
Una de las cosas que más me gusta utilizar en la decoración de la habitación de los niños son las guirnaldas. Las guirnaldas son muy fáciles de hacer, se pueden utilizar un montón de motivos y de materiales distintos, y, además, podemos ir renovándolas para así darle un “aire nuevo” a la habitación cada vez.
En la entrada de hoy os proponemos un DIY muy sencillo: una guirnalda “muy amorosa”.
Para hacerla necesitaremos un palo, chalkpaint o pintura acrílica, cordón, cartulinas de los colores que queramos, y las plantillas con los motivos que vayamos a utilizar.
El primer paso es pasar las plantillas o imprimir los motivos en las cartulinas de colores, que posteriormente recortaremos o troquelaremos.
Cuantos más motivos recortemos, mucho más bonita quedará nuestra guirnalda.
Una vez recortados todos los motivos, a continuación pasamos un hilo o cordón a través de ellos. Nosotros nos ayudamos con una aguja de punta roma, y puedo asegurar que los niños pasaron un buen rato entretenidos.
Para el palo, pensamos que quedaría más bonito pintarlo con unos colores acordes a la guirnalda, así que lo decoramos con un poco de chalkpaint.
Una vez seco, anudamos un trozo de cordón en los extremos para poderlo colgar de la pared, y empezamos a atar cada uno de los hilos de nuestra guirnalda.
El resultado quedó así de bonito, y la peque de la casa está loca con su nueva guirnalda.