La conocimos cuando a penas tenía dos meses. Dos años después Frida es ya toda una mujercita. Su mirada profunda y viva y sus movimientos enérgicos la llenan de carácter y determinación. Su madre, la directora de arte Cristina Ramos, la sigue atenta con dulzura y admiración.
Nos reencontramos con ellas dos años después para celebrar esa relación única que se establece entre madre e hija.

¿Cómo es Frida?
Alegre, cariñosa, bromista, valiente, segura de ella misma, mandona, amante de la música, tiene muchísima personalidad.
¿Qué es lo que más te gusta de ella?
All of the above. Incluso lo de ser mandona… Quizás ahora es un poco rollo que lo sea en ocasiones pero sé que a la larga cuando lo pula será algo positivo.
¿Y lo que más te sorprende?
Su sentido del humor, le encanta hacer bromas y nos reímos mucho con ella. Es muy lista.
¿Qué te ha enseñado de ti que no conocías?
Resulta que soy paciente, una máquina de la organización temporal, tengo una fuerza para motivarme descomunal que hace que no me dé pereza nunca ya nada (apenas) Who knew!
¿Cuál es tu actividad favorita junto a ella en casa?
La verdad es que las actividades las decide ella… Mi preferida te diría que quizás lo que más disfruto es de las sesiones de mimos y de retozar como grandes felinos en la alfombra del salón. La suya probablemente sea chapotear juntas en la piscina, a la que no se cansa de saltar. Ahora está empezando a jugar algo más y podemos compartir eso también.
¿Tiene algún plato favorito?
Le encanta el pan.
¿El recuerdo más bonito juntas este 2016?
Bonito y duro, el mes que pasamos juntas en Lima, a donde fui por trabajo y me la llevé.
Recomiéndanos una peli, un libro o una canción que os divierta.
Le encanta ver Caillou, Pepa Pig, empieza ahora a ver pelis (en dos o tres veces) pero todavía le cuesta. Le gustan los Beatles y la música clásica y una canción de Amy Winehouse. En cuanto a libros, le leo bastantes cuentos pero no les hace mucho caso. De momento lo único que le interesa es la música, el tema pantallas no le llama mucho.
